domingo, 12 de mayo de 2013

ALIMENTACIÓN: Mi perra ha perdido el apetito

Hace un par de semanas me preocupé porque Bella no comía con normalidad, llegando incluso a no comer durante todo un día y medio. Puesto que estaba en proceso de vacunación contra la leishmaniosis, pernsé que era importante que no dejara de comer para que sus defensas no bajaran.
 
Compré varias marcas de pienso , pero ni con esas. Lo único que me funcionó realmente fue remojar el pienso seco con un poquito de agua y quedarme a su lado mientras comía... Con estas dos cosas tan simples... ¡voilà! ¡Bella volvió a comer!.
 
Hoy, navegando por internet he encontrado una serie de consejos para resolver este mismo problema en la página del Encantador de perros. Como yo he puesto en práctica dos de los puntos que él recomienda y me han funcionado, los cito en esta entrada por si le ayuda a alguien.
 
  1. Comer siempre el mismo pienso puede resultar aburrido para tu perro, por ello, te recomiendo que cambies de marca o de sabor. Todos los piensos no son iguales: hay marcas baratas que no cuidan realmente la alimentación de tu perro, y hay marcas de alta calidad que son las que yo recomiendo, como Advance de Affinity, Eukanuba o HillsPet.
  2. Otra opción es aplicar agua tibia al alimento seco, ya que con ello potenciarás el sabor y el olor, y tu perro no podrá resistirse.
  3. Mezcla el alimento seco con paté o alimento enlatado, de forma que tu perro varíe en sabor y textura.
  4. Mantente al lado de tu perro mientras come. Muchos perros necesitan la supervisión de su propietario, así que valora si tu perro come más o menos ante tu presencia.
  5. Si aún realizando estos cambios en la comida, observas que tu perro sigue sin apetito, deberás consultar con tu veterinario la posibilidad de hacer un chequeo, para descartar parásitos o alguna enfermedad que provoca la inapetencia por la comida de tu perro.
No cambies la dieta alimenticia de tu perro de un día para otro. Hazlo de forma gradual, recomendablemente hasta que tu perro pierda el apetito, puesto que los cambios semanales o mensuales de comida pueden alterar su sistema digestivo.

 

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