Después de largas conversaciones con mi marido sobre los pros y los contras de tener un perro en casa, decidimos que era uno de los imprescindibles en nuestra vida; bueno, siendo sincera, más para mi que para él, pero la decisión finalmente fue compartida, como debe ser.
Y el pro más importante... lo necesito!!
Estuve muchos meses informándome sobre razas pequeñas ya que, aunque siempre me han gustado los perros grandes, las circunstancias y el lugar donde vivo hacen que mis preferencias queden un poco al lado en beneficio de la calidad de vida de mi mascota.
Navegando por internet descubrí esta increíble raza, Cavalier King Charles Spaniel (características / historia). Catalogado como perro de compañía, ideal para personas que viven en un piso, tamaño pequeño (perfecto!), afectuoso, amable, no guardián, poco ladrador y además... con las orejas largas!!!! Sí, es un poco superficial después de valorar todas las demás características pero... no lo puedo evitar... todos mis perros, concretando más, todas mis perras han tenido las orejas largas y caídas, porque todas las razas han sido "de caza" o con antecedentes.
El primer paso después de las dos grandes decisiones ("perro ¿si o no?" y "la raza más adecuada para nosotros") fue ponerme en contacto con un criador. Mi sorpresa fue cuando, después de muchos meses de haber iniciado el contacto, aún continúo esperando respuesta por su parte. Para mi la profesionalidad es muy importante, y el silencio como respuesta a una demanda, me saca de mis casillas. Siguiente opción.
Como mi deseo de tener a Bella en casa (antes de tenerla ya tenía nombre escogido, incluso antes de decidir que la tendríamos :-) ) no podía esperar tanto tiempo, decidí, en contra de todas las recomendaciones habidas y por haber, comprarla en tienda.
Visitamos varios establecimientos, pero a Bella, sin ser consciente, yo ya la había escogido por unas fotos suyas que vimos en internet. Fuimos a buscarla el 28 de diciembre de 2013, cuando tenía casi 3 meses de edad. Firmamos todos los papeles, compramos todos los complementos necesarios, pagamos (790 euros por la perrita) y... nos la trajimos a casa!! POR FIN!!
El primer paso después de las dos grandes decisiones ("perro ¿si o no?" y "la raza más adecuada para nosotros") fue ponerme en contacto con un criador. Mi sorpresa fue cuando, después de muchos meses de haber iniciado el contacto, aún continúo esperando respuesta por su parte. Para mi la profesionalidad es muy importante, y el silencio como respuesta a una demanda, me saca de mis casillas. Siguiente opción.
Como mi deseo de tener a Bella en casa (antes de tenerla ya tenía nombre escogido, incluso antes de decidir que la tendríamos :-) ) no podía esperar tanto tiempo, decidí, en contra de todas las recomendaciones habidas y por haber, comprarla en tienda.
Visitamos varios establecimientos, pero a Bella, sin ser consciente, yo ya la había escogido por unas fotos suyas que vimos en internet. Fuimos a buscarla el 28 de diciembre de 2013, cuando tenía casi 3 meses de edad. Firmamos todos los papeles, compramos todos los complementos necesarios, pagamos (790 euros por la perrita) y... nos la trajimos a casa!! POR FIN!!
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